miércoles, 8 de octubre de 2008

Pacta sunt servanda

Los acuerdos deben honrarse.

Entre personas honorables, basta un apretón de manos para sellar un pacto. Las obligaciones se cumplen, porque va la palabra de por medio.

Ante cualquier imprevisto, el asunto se soluciona en una platica de café o con unas copas en la cantina. La participación de las autoridades para dirimir controversias se da unicamente en casos de excepción.

Todo esto sucede cuando existe confianza y las personas cuidan su honor.

En estos días, todo es más complicado. Ya son pocos los que confían en otro. Los contratos se celebran con el ánimo de fregar o de cuidar que no te frieguen.

¿cómo recuperar el espíritu del pacta sunt servanda?

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