sábado, 18 de octubre de 2008

Capacidad de asombro

Son tantas las cosas que vemos y vivimos cada día, que a veces ya no nos damos cuenta de las maravillas de la naturaleza o de las grandes obras de los seres humanos.

Estas líneas las escribo desde un lugar de espera. De manera simultánea recibo y contesto correos electrónicos. Chateo con familiares y amigos en Guadalajara y Culiacán. En fin, nada que sorprenda a quien esté leyendo un blog.

Al mismo tiempo, recibimos noticias desgarradoras, que por su frecuencia, parecen cotidianas y ¡hasta normales!

Se producen juegos macabros. Tengo amigos de Sinaloa y de Chihuahua, que llevan el conteo de los asesinatos y las ejecuciones, como si fuera competencia, para ver quién va "ganando".

Ni en lo bueno ni en lo malo parece haber límites. ¿Siempre aparecerá algo nuevo que supere lo anterior? Ojalá que nunca perdamos la capacidad de asombro, pero que en lo malo, podamos lograrlo con muy poquito.

Y que nos demos cuenta de lo bueno, para que lo disfrutemos.

Por lo pronto, yo estoy maravillado con lo que estoy haciendo, mientras espero.

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