Por el día de muertos, es común encontrar por las calles de la ciudad a niños que, cargando con una calabaza o calavera de plástico, se te acercan diciendo: "¿Me da para mi calaverita?".
Resulta ser una transculturización de las gringaderas del Halloween y una forma de salir a pedir dulces o dinero.
Ahora, ante la crisis que nos amenaza, deseamos que los gobernantes del mundo logren ponerse de acuerdo, para que no sea necesario que las naciones tengan que salir a pedir apoyos, con el fin de evitar que sus niños se conviertan en calaveritas.
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Pedir perdón
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Señoras, señores: Antes de comenzar quiero solicitarles a todos ustedes nos
pongamos de pie, para guardar un minuto de silencio en honor y memoria de
la...
Hace 13 años
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